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Evaluaciones Neuropsicológicas Integrales
Una evaluación neuropsicológica integral ayuda a determinar las fortalezas y debilidades cognitivas de un niño, generalmente en el contexto de un trastorno cerebral, una afección médica que afecta el cerebro o un trastorno del neurodesarrollo.
A menudo se utiliza para entender por qué un niño puede tener ciertos problemas de comportamiento o de pensamiento, para aclarar o confirmar un diagnóstico, para establecer el funcionamiento cognitivo de un niño antes y después de un tratamiento médico o una cirugía, o para realizar un seguimiento de los cambios en el funcionamiento cognitivo a lo largo del tiempo.
Los hallazgos ayudan a los padres, maestros, equipos médicos y terapuetas a brindar una mejor atención, así como a que el niño obtenga las adaptaciones adecuadas y las intervenciones académicas correspondientes en la escuela, según sea necesario. Este tipo de evaluación generalmente implica la evaluación de:
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Inteligencia (CI)
Habilidades de Lenguaje
Percepción visual
Atención
Memoria/Aprendizaje
Velocidad de procesamiento
Control sobre los movimientos de la mano
Resolución de problemas
Planificación/Organización
Habilidades académicas
Habilidades sociales
Funcionamiento emocional
Funcionamiento adaptativo
La Academia Estadounidense de Neuropsicología Clínica sugiere que una evaluación neuropsicológica puede ayudar si su hijo tiene:
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​Un trastorno neurológico como espina bífida, hidrocefalia, parálisis cerebral, epilepsia (convulsiones), neurofibromatosis, esclerosis tuberosa o un tumor cerebral.
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Una lesión cerebral por un traumatismo en la cabeza, un derrame cerebral, falta de oxígeno o una infección.
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Otros problemas médicos, como prematuridad, diabetes, problemas cardíacos o respiratorios crónicos, ciertos trastornos genéticos o tratamiento para el cáncer infantil.
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Ha estado expuesto a plomo, drogas callejeras o inhalantes (monóxido de carbono).
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Ha estado expuesto al alcohol, al tabaco o a ciertas drogas antes del nacimiento.
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Un problema de desarrollo o escolar, como una discapacidad de aprendizaje, trastorno por déficit de atención/hiperactividad o trastorno del espectro autista/trastorno generalizado del desarrollo.
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Tuvo una evaluación por un psicólogo o la escuela, pero el tratamiento posterior a esa evaluación no ha ayudado.